SONETO

AUSENCIA Y PRESENCIA



Cuando mas cerca estás menos te veo,
hay algo en tu presencia que me inhibe,
una voz imperiosa me prohíbe,
hablarte de mi afán y mi deseo.

Es como un loco amor mi devaneo,
locura que tu juicio bien percibe,
hay algo que mi alma no concibe,
al verte vacilar como te veo.

Lo que tiene a mi amor triste y dolido,
y el impulso de mi ansia adormecido,
es sin duda tu física presencia.

A esta conclusión hoy he llegado,
si he de lograr un día ser amado,
habré de conformarme con tu ausencia

ROSALINDA

SONETO KITSCH

Rosalinda tiene alma de alhelí,
son sus amores dulces y soñados,
presiente una legión de enamorados,
que esperan de su boca el dulce sí.

Rosalinda se viste de organdí
con suaves tonos rosa y azulados,
bello fru-fru de sedas y brocados,
con lindas rosas de pitiminí.

Rosalinda de avispa el talle tiene,
y son sus labios rojos y frutales,
no puede haber galán que no se rinda.

Cuando se ruboriza, siempre tiene,
a mano y pronto el frasco de las sales.
¡Que preciosa! ¡Que bella! es Rosalinda.

SONETO

LA ESTANCIA



Tengo una estancia hueca en mi persona,
donde reina la noche más oscura,
hace brotar de mi alma la amargura,
y es algo que mis ansias aprisiona.

Una obsesión que nunca me abandona,
y que me hace dudar de mi cordura,
que lastima mi noche negra y dura,
y de espinas es áspera corona.

Será, tal vez que el ansia de vivir
ya la siento con fría indiferencia,
y no deseo mejorar mi suerte.

Será, tal vez, el miedo de morir
cuando veo pasar con tal frecuencia,
la afilada guadaña de la muerte.

SONETO

LA ESTANCIA



Tengo una estancia hueca en mi persona,
donde reina la noche más oscura,
hace brotar de mi alma la amargura,
y es algo que mis ansias aprisiona.

Una obsesión que nunca me abandona,
y que me hace dudar de mi cordura,
que lastima mi noche negra y dura,
y de espinas es áspera corona.

Será, tal vez que el ansia de vivir
ya la siento con fría indiferencia,
y no deseo mejorar mi suerte.

Será, tal vez, el miedo de morir
cuando veo pasar con tal frecuencia,
la afilada guadaña de la muerte.

AÑOS VEIINTE

SONETO


Llevas a lo garçon cortado el pelo,
muy baja la cintura del vestido,
rodillera , con el pecho escurrido,
tres collares de perlas hasta el suelo.

Eres la niña bien con gran anzuelo,
muñeca de biscuit, lindo partido,
boquita de piñón rojo subido,
las pestañas arqueadas hasta el cielo.

Tienes un novio que es un pollo pera,
que luce cochambrosa la trinchera,
y el clásico chanchullo pantalón,

tiene un coche “Pânhard” pichú canela,
practica el balompié, el golf, la vela ,
y es colosal bailando el charlestón.