LA LLUVIA
Precedidas del rayo y su fulgor
acompañadas del fragor del trueno
reclamando rienda y largando freno,
de las nubes brillaba el resplandor
Fuertes lluvias mitigan el calor,
cayendo sin cesar sobre el centeno,
erosionan los surcos del terreno,
nutriendo el recio rio roncador.
Pobre riqueza la del campesino,
que busca el acomodo a su destino
sin jamás reposar de su tarea,
que en su humilde despensa nunca tiene,
ni tanto pan como a su amor conviene,
ni tanto amor como su afán desea.
6 comentarios:
Te superas a ti mismo con cada poema. Precioso de veras.
Muchas gracias Maria, eres encantadoramente amable.
Abrazos
Qué poesía tan perfecta. Es casi como ver los campos sembrados. Te felicito. Encantada de conocerte.
Te agradezco Nouche, tu cariñoso comentario. Ignoro la razón por la que no puedo, como quisiera, conocer tu blog.
Abrazos
La verdad, he dejado ya de sorprenderme. Cada vez que llego hasta aquí me encuentro con un soneto. Dime, por favor, ¿tienes algún secreto?
Saludos cordiales.
Si Franziska, tengo un secreto, pero un secreto a voces. Todo consiste en tener unas amigas tan magníficas como vosotras que lo encontrais todo perfecto.
Cordial afecto
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